Lina Pino, madre de tres hijos, cambió su carrera en la industria farmacéutica por su pasión por la pastelería. Tras mudarse a Bogotá, retomó sus estudios y se sumergió en el mundo de sabores, texturas y técnicas. Un error en su primera torta la marcó, enseñándole la importancia de la precisión.
Rozel, ingeniera y madre, es una persona extrovertida y carismática que emigró a un nuevo país en busca de oportunidades. Apasionada por la cocina, decidió emprender un negocio gastronómico llamado Crocanteli. Rozel junto a su amiga Lina ofrecen platos dulces y salados con amor y pasión.